lunes, 3 de octubre de 2011

No hay Beatles que puedan socavar esta tristeza...

martes, 27 de septiembre de 2011

[...] Y el tren de pasajeros pasa a su lado como una flecha, brum, brum, los indios apenas lo miran desaparecer en la lejanía como puntitos", y sentado en el cuartito de la lámpara roja en San Francisco, ahora con la tierna Mardou pienso: "y ése era su padre, el que yo vi en la gran soledad gris, el que se perdió en la noche; de sus juegos provienen tus labios, tus ojos llenos de sufrimiento y de aflicción, y no sabremos nunca su nombre ni su destino". Su manecita morena se acurruca en la mía, sus uñas son más pálidas que la piel, lo mismo en los pies, descalza, tiene un pie recogido entre mis mulsos para calentárselo; charlamos, iniciamos nuestra relación en el plano más profundo del amor y de los relatos de respeto y vergüenza. Porque la clave más importante del coraje es la vergüenza, y las caras imprecisas del tren que pasa no ven en la llanura si no las siluetas de los vagabundos que se alejan y desaparecen... [...]


Jack Kerouac - "Los subterráneos".

lunes, 15 de agosto de 2011

"El nervio conoce su fin cuando el miedo suple la voz".

martes, 2 de agosto de 2011

Mensaje en botella II.

Nada más elocuente que el silencio.

sábado, 30 de julio de 2011

Paz.

Junto a la mesa de la esquina en
El café
Está sentada
Una pareja de mediana edad.
Han terminado de comer
Y están bebiendo una cerveza
Cada uno.
Son las 9 de la noche.
Ella está fumando un cigarrillo.
Luego él dice algo.
Ella asiente.
Luego habla ella.
Él sonríe, mueve la mano
Luego se quedan callados.
A través de la persianas
Junto a la mesa
Parpadea
Una luz roja de neón.

No hay guerra
No hay infierno.

Luego él levanta su botella
De cerveza.

Es verde,
Se la lleva a los labios
Le da un sorbo.

Es una Coronet.

Ella tiene el codo derecho
Apoyado sobre la mesa
Y en la mano
Sostiene el cigarrillo
Entre el pulgar y
El índice
Y cuando ella le mira
Fuera las calles
Florecen
En la noche.

Suerte

Hubo una vez
En que fuimos jóvenes
Dentro de esta máquina
Bebíamos
Fumábamos
Tecleábamos

Fue un tiempo de
Esplendor
Un milagro

Aún lo es

Solo que ahora
En vez de
Ir hacia el tiempo
Es el tiempo
El que viene hacia nosotros
Y hace que cada palabra
Taladre
El papel.

Clara
Rápida
Contundente

Alimentando
Un espacio
Que se cierra.


Charles Bukowski.

Vuelvas a casa.

Duermo abrazándote y eso me tranquiliza.
No te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias.

En este viaje campo adentro,
una estampida de luciérnagas nos atrapa.

Ya me siento mejor, mucho mejor.
Se hizo tarde,
es hora de que vuelvas a casa.


Audio, por Coiffeur y Lisandro Aristimuño:

martes, 26 de julio de 2011

Mensaje en botella.

Váyase. Váyase y vuelva siendo otro.

lunes, 25 de julio de 2011


El mundo se terminó el día en que te fuiste, George Harrison.

jueves, 21 de julio de 2011

Comptine d'un autre été.

Una pregunta sin respuesta
resultaba fútil aquella madrugada
en que se eclipsaban tu dos y mi dos.
Y yo, resignándome a estropear
la luz de mi contorno
quebrantado por tus ojos lacerantes.
Y vos, y tu misterio, tan nocturno
tan ilegible
confundiéndose en el éter.
Y vos, y tu voz haciendo un eco
infinito, perpetuo
que penetraba mis crónicas.
Y una vez más vos, así,
tan vos, tan espontáneo
lastimando con tus besos despiadados.
Y vos, y tu silencio anestésico
que ejecuta a gritos
mi efímero plan.



Y.

Nota mental II.

Alejarse.

martes, 19 de julio de 2011

Toco tu boca.


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



Julio Cortázar.

(Rayuela, capítulo 7).

viernes, 8 de julio de 2011

Hold on.

lunes, 4 de julio de 2011

A la puta que se llevó mis poemas.

Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡Por Dios!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero? Usualmente
lo sacan de los dormidos y borrachos pantalones enfermos en el
rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de
cincuenta,
pero mis poemas no.

No soy Shakespeare
pero puede que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros;
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no tanta poesía."


Charles Bukowski.

viernes, 1 de julio de 2011

Reflexión.

Nunca supe esperar.

miércoles, 29 de junio de 2011

I want that trophy, so dance good.

Vea: si no me conoce, no se dará usted el lujo de olvidarme.

lunes, 6 de junio de 2011

Para vestirte hoy.

Puedo acariciar tu voz, ser tu desierto
y mirarte horas enteras
Puedo acercarme a vos y no ser tan terco
Pisando la basura del puerto

Desde el mar no hay piedad si vos no te mojás
Se cansó la ansiedad, la pena y el dolor

Puedo desestructurar todo tu misterio
Pecando sin pensar en lo bueno
Amarrarme a tu sol, ser más sincero
En medio del calor de febrero

Y contar cada luz que nos hace temblar
Desnudar la canción para vestirte hoy

Puedo descontracturar todo tu veneno
Y hacerlo caracol en el suelo
No parar de festejar cada fragmento
y darme el gusto de que sea nuestro

Despertar en el mar y ser la espuma gris
Desnudar la canción para vestirte hoy.



Lisandro Aristimuño.

miércoles, 1 de junio de 2011

El flagelo del uso abusivo de la palabra "flagelo".

martes, 31 de mayo de 2011

BINAH.

No esperéis demasiado del fin del mundo.

Stanislaw J. Lec, Aforyzmy. Fraszki Kraków, Wydawnictwo Literackie, 1977, (“Mygli
Nieuczesane”)


Empezar la universidad dos años después del sesenta y ocho es como haber sido admitido en la Academia de Saint-Cyr en el noventa y tres. Uno tiene la impresión de haberse equivocado de año de nacimiento. Por lo demás, Jacopo Belbo, que tenía al menos quince años más que yo, me convenció más tarde de que eso es algo que sienten todas las generaciones.
Se nace siempre bajo el signo equivocado y vivir con dignidad significa corregir día a día el propio horóscopo.
Creo que llegamos a ser lo que nuestro padre nos ha enseñado en los ratos perdidos, cuando no se preocupaba por educarnos. Nos formamos con desechos de sabiduría.
Tenía diez años y quería que mis padres me abonasen a un semanario que publicaba las obras maestras de la literatura en historietas. No por tacañería, quizá desconfiase de los tebeos, mi padre trató de escurrir el bulto. “El objetivo de esta revista”, sentencié entonces, citando el lema de la serie, porque era un chico astuto y persuasivo, “consiste básicamente en educar entreteniendo.” --Mi padre, sin levantar la vista del periódico, dijo: “El objetivo de tu revista es el mismo del de todas las revistas, vender lo más posible.”

Aquel día empecé a volverme incrédulo.

Es decir, me arrepentí de haber sido crédulo. Había sido presa de una pasión mental. Tal es la credulidad.
No es que el incrédulo no deba creer en nada. No cree en todo. Cree en una cosa cada vez, y en una segunda cuando deriva de alguna manera de la primera. Avanza como un miope, es metódico, no aventura horizontes. Dos cosas no relacionadas entre sí, creer en las dos, y con la idea de que, en algún lugar, haya una tercera, oculta, que las vincula,
esto es la credulidad.
La incredulidad, lejos de excluir la curiosidad, la sostiene. Desconfiando de las cadenas de ideas, de las ideas amaba la polifonía. Basta con no creer en ellas para que dos ideas, ambas falsas, puedan chocar entre si creando un bello intervalo o un diabolus in música. No respetaba las ideas por las que otros apostaban la vida, pero dos o tres ideas que no respetaba podían formar una melodía. O un ritmo, preferentemente de jazz.(...)


"El Péndulo de Foucault" - Umberto Eco.

martes, 24 de mayo de 2011

Happy Birthday Mr. Tambourine!

Esta es una poesía que escribimos en conjunto, hace un tiempo, dos niños que se dejaron enamorar por la grandeza de un genio... La publico aquí, a modo de homenaje al Gran Bob Dylan, en su 70º aniversario!


Señor de los Tambores (cca. Agosto 2007).

Señor de los Tambores,
toca una canción para mi.
Canta y expresa lo mejor de ti
enséñame a vivir, a reír, a sentir.
Señor de los Tambores,
a quien nunca se creyó trovador
aquel que ni a fama, ni a dinero privilegió
y así aun, tantas cabezas revolucionó.
Señor de los Tambores,
soplando el viento en busca de una respuesta
manteniendo viva la generación de amor, paz y coraje
déjame entender ese simple pero profundo mensaje.
Señor de los Tambores,
que tan afablemente perseveró y triunfó
nunca se sintió abrumado ni vencido
y no necesitó más de una armónica para sentirse complacido.
Señor de los Tambores,
pocas veces reconocido como debería ser
tus contemporáneos no pudieron ver ni comprender
lo que la música te debe y te va a deber.
Señor de los Tambores,
ayúdame a entender, a soportar esta sociedad
estos tiempos modernos, gente tan difícil de saciar
y a unos años a los que parece imposible intentar cambiar.
Señor de los Tambores,
ejemplo de vida, arte y poesía
salvador ejemplar de pensamiento y conciencia
déjame, a través de tu melodía, ofrecerte mi compañía.
Señor de los Tambores, una vez mas
toca una canción para mi.

Yan & Juampi.

domingo, 22 de mayo de 2011

Vamos a ver cómo es...

Así con todo.
Y al escuchar un disco.
Lo mismo con el zapping radial.
Si hace zapping, va hasta el último canal y comienza a bajar.
En los almuerzos o cenas comienza por el postre.
Al comenzar un libro, lee siempre primero el último capítulo.
Estudia las materias desde la última unidad a la primera.
Hojea las revistas de atrás hacia adelante.
Escribe los cuadernos de atrás hacia adelante.
Su narradora hace todo al revés.



También escribió esta nota de arriba a abajo, con la única finalidad de que vean como es vivir al revés, por unos minutos.
Ahora pueden leerla como realmente es, de abajo hacia arriba. O al revés.


Y.

domingo, 15 de mayo de 2011

Tranvía.

Tal vez fue en Villa Urquiza. Manuel Mandeb venía vaya a saber de dónde. En cierto momento, al llegar a un empedrado se encontró con los rieles del antiguo tranvía.
No es posible saber qué silogismos se trenzaron en su cabeza. El caso es que se detuvo en una esquina y se puso a esperar.
Ya era tarde. Pasaron horas. Un paseante curioso se le acercó.
—Lo veo desorientado ¿Puedo ayudarlo?
—No, gracias. Estoy esperando el tranvía.
El hombre le informó que hacía muchos años que ya no pasaban tranvías por allí.
—No importa. Esperaré.
Cada tanto se asomaba hasta el medio de la calle y un poco agachado escudriñaba el horizonte.
A veces caminaba algunos metros por la calle lateral, hasta que súbitamente volvía corriendo a la esquina, temeroso de que el tranvía apareciera justo en medio de sus modestas excursiones.
Más tarde, recordó que en este mundo las cosas se demoran cuando perciben que son esperadas. Resolvió ejercer el disimulo mirando en todas direcciones menos en aquella por la que podría aparecer el tranvía.
Llegó el amanecer. Vecinos madrugadores le sugirieron la conveniencia de tomar el colectivo 107 pero Mandeb ya había tomado una decisión.
Durante la mañana, hizo algunas amistades ocasionales. El tránsito era un poco más denso, lo que lo obligaba a prestar más atención.
Llegó la tarde y otra vez la noche. En verdad pasaron muchos días. Por momentos Manuel Mandeb sentía que su fe se quebrantaba. Muchas veces sintió la tentación de optar por otros medios de transporte que se le ofrecían seguros, concretos, convincentes. Pero él esperaba el tranvía.
Las gentes del lugar le cobraron cierta simpatía y le convidaban pan y vino. En cierta ocasión fue a comprar cigarrillos y al volver pensó que tal vez en su ausencia el tranvía había pasado. Algunas personas le aseguraron que no, pero un hombre que espera tranvías no confía en nadie.
A veces se engañaba con luces prometedoras que finalmente eran el desengaño de un camión. A veces sentía que el momento estaba cerca y hasta llegaba a contar las monedas.
Nadie puede saber cuándo sucedió. Pero una noche, en el fondo de la calle apareció una luciérnaga. Y luego se oyó un llanto mecánico. Poco después, amarillo y reluciente, un hermoso tranvía se detuvo frente a Manuel Mandeb. Desde el interior, un guarda fantasmagórico lo miró como convidándolo.
Mandeb permaneció quieto unos instantes y luego, sin decir nada, se alejó caminando lentamente. Un rato más tarde subió en un taxi y con voz firme ordenó:
—Artigas y Aranguren.


"El libro del fantasma" - Alejandro Dolina.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ventana sobre una mujer / 3.


Nadie podrá matar aquel tiempo, nadie nunca podrá: ni siquiera nosotros.
Digo: mientras estés, donde estés, o mientras esté yo.
Dice el almanaque que aquel tiempo, aquel tiempito, ya no es; pero esta noche mi cuerpo desnudo te está transpirando.


Eduardo Galeano.

lunes, 2 de mayo de 2011

Nota mental.

Recuérdenme que nunca más me deje ser.

sábado, 30 de abril de 2011

Gracias, Ernesto!

"Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte". (Diálogos con Jorge Luis Borges)

Ernesto Sábato (Junio, 1911 - Abril, 2011)

martes, 26 de abril de 2011

I dare you.

"Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, ¡qué gozada! Era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd, éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrison... Mejor que la libertad... Mejor que la vida".


lunes, 25 de abril de 2011

Revolucione.

La dueña de este blog pide disculpas por las contradicciones que conllevan los últimos posteos, y deja el siguiente mensaje:
contradígase, cambie, revolucione.
Aquel que se contradice ha cambiado de parecer. Cambiar es crecer. Cambiar es revolucionar. Revolucionar es no dejar de vivir.
¡Demuestre que está vivo!


Y.

sábado, 23 de abril de 2011

Haga lo que quiera.

Esto de echarlo una vez, pedirle que se vaya, y pedirle que venga, o que regrese, o que vuelva, no concuerda.
Dicen que el camino del regreso es el único imposible: nunca se vuelve al mismo lugar. Tampoco se recuerdan las cosas tal cual fueron.
Uno no puede cantar la misma canción dos veces del mismo modo.
Ya no le pido nada, ni tan siquiera que sea el recuerdo, el imaginario, la voz, el anhelo, la angustia por lo que no será.
Dejo a su dicha el camino del libre albedrío: haga lo que quiera.


Y.

miércoles, 20 de abril de 2011

Vení.


Vení que te espero. Pero vení vos, no esas letritas en el camino...

Y.


lunes, 11 de abril de 2011

¡Que viva la Revolución!


Pena me dio no verte,
sacarle la soga a la muerte,
sin piedad y sin razón
han destrozado la ilusión
de toda la gente que vive sola
atada a un cruel destino.
Si no hay camino por recorrer
cerrar los ojos es perder.
(Y una vez más es así)
Sigo creyendo en sueños,
que los días no tienen dueño
y que hay verdad y que hay amor.
Cerrar los ojos es perder.
Frío de la noche,
no hay nombre para este dolor.
Cielo de mis noches,
que viva la revolución!

domingo, 27 de marzo de 2011

Por favor, váyase.

Había esperado unas dos horas hasta que sonó el teléfono.

Si bien sabe cuánto me irrita esperar, no tuvo que escuchar quejas aquella noche.

Pensé que se había ido, diciendo no sé qué cosa, o talvez yo había soñado, o me había parecido que usted se iba, y no podía distinguir si había algo realmente que separara la luz de la mañana de su cara.

Quizás fue cierto, porque, ahora que recuerdo bien, yo lo miraba entre dormida y de reojo, creo que lo escuchaba hablar, no sé si renegaba o me estaba diciendo alguna cosa, pero una vez que intercambiamos los roles, usted dijo algo como que no hacía bien mi papel, mientras me tocaba y pensaba en vaya uno a saber qué cosa, porque sonrió con la mirada perdida, y yo tuve tiempo de sacarle una foto en mi cabeza.

Le confieso, casi con vergüenza, que me gusta esto de congelar los momentos, usted sabe, eso de tocarlo cuando el amanecer se hace cómplice de nuestras miradas, de respirar su aliento en las penumbras, de cómo sus manos comienzan a bajar por mi espalda.

Los dos conocemos demasiado ese juego como para creer en él, sin embargo, seguimos dejando que nuestras piernas duerman enroscadas, que sus labios rocen mi cintura.

Es preciso que me abandone. Creo que escoger el silencio en lugar de dibujarlo todo con palabras haría que usted resbale al olvido, en lugar de interrogarme.

Yo sé que su esfuerzo por hacerme reír es compensado por lo poco que le cuesta besarme, y lo bien que lo hace, pero me parece mejor que se retire, y que deje todo como está: el dibujo de las sábanas sin cambiar, sus pies jugando con los míos, el calor de su respiración entrecortada sobre mis hombros, sus ojos entreabiertos, sus dedos perdiéndose en mi pelo.

A lo mejor es por todo eso que prefiero que se vaya, usted sabe que elijo mis propios sueños, donde nunca jamás a nadie se le ocurriría abandonarme.

Me da gracia, porque me creo capaz de admitir que todo esto es hermoso, y que mañana, a eso de las tres, usted saldrá a mi encuentro, pasará a buscarme por el lugar de siempre, para ir por caminos inventados, bajo las luces menos pensadas, en el amanecer que otra vez nos envuelve.

Pero antes que eso suceda, le pido por favor, váyase.


Y.

lunes, 21 de marzo de 2011

A su amor, allí.


Cuatro pasos hacia atrás,
y él se encontró ya sin sonido...
y hay otros golpes de sus pies...
sobre la arena,
que huele a madre.
Mientras que desde un hangar,
cae luz que tragará,
y no hablará.
Como no puedes saltar la pared,
y así regresar,
a su amor, allí...
Lejos, todo encaja mal...
la ciudad quedó marchita,
la gente ya se cansó de golpear y golpear...
Inmutable en el reloj,
un adiós,
y un beso al fin en el andén...
Como no puedes saltar la pared,
y así regresar,
a su amor, allí...
a su amor, allí...
Nena,
que temprano estás...
buscando un abrigo,
¿quién te lo dará?
solo escucha la canción,
desde el rumor...
Cuatro pasos hacia atrás,
y él se encontró ya sin sonido...
y hay otros golpes de sus pies...
sobre la arena,
que huele a madre.
Desnucado el oficial,
disparó...
y alguien cae,
y yo no soy...
Como no puedes saltar la pared,
y así regresar,
a su amor, allí...
a su amor, allí...
Nena,
que temprano estás...
buscando un abrigo,
¿quién te lo dará?
solo escucha la canción,
desde el rumor...

L.A.S.

¡hola otoño! te veo en las hojas...

miércoles, 9 de marzo de 2011

la libertad en un collage.


"Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen".

E.G.

martes, 1 de marzo de 2011


"cada segundo así
es egoísmo puro,
tu sombra lejos de mí.

las hojas y el otoño
parados frente a mí
son como gotas gigantes.

no puedo ser ni atardecer
sin verme en vos
sin encontrarme, sin encontrarte".

miércoles, 23 de febrero de 2011


un suspiro confitado, ambos decididos a olvidarlo todo.