sábado, 30 de julio de 2011

Paz.

Junto a la mesa de la esquina en
El café
Está sentada
Una pareja de mediana edad.
Han terminado de comer
Y están bebiendo una cerveza
Cada uno.
Son las 9 de la noche.
Ella está fumando un cigarrillo.
Luego él dice algo.
Ella asiente.
Luego habla ella.
Él sonríe, mueve la mano
Luego se quedan callados.
A través de la persianas
Junto a la mesa
Parpadea
Una luz roja de neón.

No hay guerra
No hay infierno.

Luego él levanta su botella
De cerveza.

Es verde,
Se la lleva a los labios
Le da un sorbo.

Es una Coronet.

Ella tiene el codo derecho
Apoyado sobre la mesa
Y en la mano
Sostiene el cigarrillo
Entre el pulgar y
El índice
Y cuando ella le mira
Fuera las calles
Florecen
En la noche.

Suerte

Hubo una vez
En que fuimos jóvenes
Dentro de esta máquina
Bebíamos
Fumábamos
Tecleábamos

Fue un tiempo de
Esplendor
Un milagro

Aún lo es

Solo que ahora
En vez de
Ir hacia el tiempo
Es el tiempo
El que viene hacia nosotros
Y hace que cada palabra
Taladre
El papel.

Clara
Rápida
Contundente

Alimentando
Un espacio
Que se cierra.


Charles Bukowski.

Vuelvas a casa.

Duermo abrazándote y eso me tranquiliza.
No te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias.

En este viaje campo adentro,
una estampida de luciérnagas nos atrapa.

Ya me siento mejor, mucho mejor.
Se hizo tarde,
es hora de que vuelvas a casa.


Audio, por Coiffeur y Lisandro Aristimuño:

martes, 26 de julio de 2011

Mensaje en botella.

Váyase. Váyase y vuelva siendo otro.

lunes, 25 de julio de 2011


El mundo se terminó el día en que te fuiste, George Harrison.

jueves, 21 de julio de 2011

Comptine d'un autre été.

Una pregunta sin respuesta
resultaba fútil aquella madrugada
en que se eclipsaban tu dos y mi dos.
Y yo, resignándome a estropear
la luz de mi contorno
quebrantado por tus ojos lacerantes.
Y vos, y tu misterio, tan nocturno
tan ilegible
confundiéndose en el éter.
Y vos, y tu voz haciendo un eco
infinito, perpetuo
que penetraba mis crónicas.
Y una vez más vos, así,
tan vos, tan espontáneo
lastimando con tus besos despiadados.
Y vos, y tu silencio anestésico
que ejecuta a gritos
mi efímero plan.



Y.

Nota mental II.

Alejarse.

martes, 19 de julio de 2011

Toco tu boca.


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



Julio Cortázar.

(Rayuela, capítulo 7).

viernes, 8 de julio de 2011

Hold on.

lunes, 4 de julio de 2011

A la puta que se llevó mis poemas.

Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡Por Dios!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero? Usualmente
lo sacan de los dormidos y borrachos pantalones enfermos en el
rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de
cincuenta,
pero mis poemas no.

No soy Shakespeare
pero puede que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros;
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no tanta poesía."


Charles Bukowski.

viernes, 1 de julio de 2011

Reflexión.

Nunca supe esperar.