miércoles, 11 de mayo de 2011

Ventana sobre una mujer / 3.


Nadie podrá matar aquel tiempo, nadie nunca podrá: ni siquiera nosotros.
Digo: mientras estés, donde estés, o mientras esté yo.
Dice el almanaque que aquel tiempo, aquel tiempito, ya no es; pero esta noche mi cuerpo desnudo te está transpirando.


Eduardo Galeano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario